lunes, 10 de diciembre de 2012

CREENCIAS



Tal y como lo predica el Dr. Lothar Meier, nuestras creencias modifican literalmente nuestra estructura y mecanismo cerebral el cual a su vez condiciona nuestra manera de pensar, reaccionar y sobre todo de actuar ante la vida.

Es por ello que es de suma importancia que empecemos a ser conscientes de nuestras creencias más básicas y arraigadas, las cuales por mayoría son inculcadas por la sociedad y por otra parte son respuesta a las experiencias producidas por el medio ambiente que nos rodea.
Puede que las creencias se escondan tras mascaras de inocencia y serenidad, sin embargo es común que impliquen serías consecuencias lógicas que conscientemente no percibimos, que a la larga terminaran perjudicándonos y actuando en nuestra contra inconscientemente.

 Un claro ejemplo sería la creencia social de una media naranja; al aceptar la creencia que en algún lado está la persona que nos complementará y que nos hará felices por el resto de nuestras vidas, estamos aceptando un paquete de implicaciones lógicas que de alguna forma u otra podrían detener nuestro proceso de evolución espiritual e incluso paradójicamente de ser felices tanto individualmente como con alguien más.
Esta creencia de forma inconsciente denota una dependencia hacia alguien, donde se le exigen ciertas expectativas a cumplir para poder alcanzar la felicidad individual creyendo que es en pareja. Todos o al menos casi todos tenemos el mal hábito de forjarnos ilusiones y expectativas  y de forma casi robótica desilusionarnos si estas no se cumplen, a groso modo esto quiere decir que estas depositando tus esperanzas de felicidad, amor, paz, tranquilidad, etc. En alguien más, fuera de ti.

Como consecuencia por lo general nunca te va ser suficiente lo que esta persona te pueda ofrecer y desgraciadamente siempre podrás encontrar un fastidioso “pero”. O por el contrario creerás que nadie es digno de ti, llevando ambas dos como resolución a una  falta de felicidad o satisfacción completa y sobre todo una empoderada e interminable búsqueda de algo que en si es una ilusión posiblemente pausada por un rimbombante super elocuente y falso “Es que no me comprometo al 100 o no encuentro pareja  porque ¿Cómo voy a querer a alguien más si no me quiero a mi primero?”, claro sin tomar en cuenta su sin fin de posibles variantes y derivaciones.

Si bien es más que cierta la frase anterior, esta por general es usada como escudo de viejas creencias que pretenden sobrevivir y adaptarse a la nueva conciencia.

La mejor manera de descubrir si eres VICTIMA de viejas creencias que ya no tienen razón de ser, las cuales tal vez en su momento fueron necesarias o simplemente fueron, es percatarse de cual egoístas somos; ¿Qué esperas de los demás?, ¿Qué esperas para dar lo mejor de ti? Y sobre todo ¿Qué esperas para ser completamente feliz?

Personalmente considero que si no somos completamente felices es porque todavía tenemos ciertas creencias que nos hacen depender de los demás y por ende esperar de ellos, exigirles y sobre todo responsabilizarnos de nuestras emociones, sentimientos, pensamientos, acciones y en sí de nuestra realidad. Porque al fin y al cabo si no nos podemos dar una gran felicidad e iluminación a nosotros mismos es porque seguimos egoístas. J

Saludos y gran inicio de semana!!!



EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA EN AMOR

No hay comentarios:

Publicar un comentario