Acepta la dificultad de EDIFICAR-TE A TI MISMO, y el valor de empezar a corregir-te a ti mismo, ya que el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, ¡enfréntala! con valor y acéptala, ya que de una manera u otra es el resultado de tus propios actos y prueba de que tu siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues ni se lo achaques a otros, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado y la causa de tu futura será tu presente.
Aprende de los audaces, ¡de los fuertes! de los que no aceptan condiciones, de quienes VIVEN a pesar de todo. Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y aprende a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás LIBRE y ¡FUERTE!, y dejarás de ser un títere de las circunstancias: Porque tú mismo eres tu destino.
¡Levántate! y mira el sol por las mañanas y respira el sol del amanecer, tu eres parte de la fuerza de la vida, decídete y triunfaras en la vida. Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
Y al final, al final te darás cuenta de que todo lo que has sido y serás, es causa tuya.
No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues ni se lo achaques a otros, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu presente es tu pasado y la causa de tu futura será tu presente.
Aprende de los audaces, ¡de los fuertes! de los que no aceptan condiciones, de quienes VIVEN a pesar de todo. Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, tus problemas sin eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y aprende a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti mismo y serás LIBRE y ¡FUERTE!, y dejarás de ser un títere de las circunstancias: Porque tú mismo eres tu destino.
¡Levántate! y mira el sol por las mañanas y respira el sol del amanecer, tu eres parte de la fuerza de la vida, decídete y triunfaras en la vida. Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.
Y al final, al final te darás cuenta de que todo lo que has sido y serás, es causa tuya.
EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA EN AMOR
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